¿Quieres tener un jardín distinto y especial? Una buena opción para darle un toque distintivo son las trepadoras o enredaderas. Esta semana, os hablamos de este tipo de plantas, que harán de vuestro jardín o balcón un espacio único y diferente.
Antes de comenzar a contaros los tipos que existen debemos responder a una pregunta: ¿Es lo mismo una enredadera que una trepadora?
No, no lo es, tienen diferencias. Las enredaderas, necesitan ayuda para sujetarse a la superficie como bridas o alambres. Las trepadoras, por su parte, tienen raíces aéreas que les sirven para sujetarse a la superficie. Algunos tipos son:
Bignonia: Se trata de una planta muy manejable gracias a la flexibilidad de sus ramas. Su floración es espectacular.
Hiedra: Si buscas una planta que no te de muchos problemas, esta es la indicada, ya que es dura, perenne y resistente a plagas y enfermedades.
Jazmín: Son flores blancas, pequeñas y abundantes, hojas que pueden ser desde ovaladas a más afiladas según la variedad escogida, pero siempre aportando ese toque fresco a nuestros jardines y terrazas. Destaca por su olor.
Madreselva: Crece de forma tupida si la podamos en invierno. Según la variedad las flores pueden ser blancas, rosáceas, amarillas o naranjas.
Parra: Otro clásico para el jardín si no buscas complicaciones. La parra virgen, en sus dos variedades más conocidas, Ampelopsis y Parthenocissus, siempre ha sido una de las trepadoras más utilizadas por su rápido crecimiento y su escaso mantenimiento.
Wisterias: La glicinia es una de las trepadoras que pueden llegar a ser más longevas y pudiendo llegar a alcanzar tamaños impresionantes, son verdaderos gigantes. Su floración abundante en racimos que acaban colgando son muy llamativos.